Ahora que te ven pasar dÃa tras dÃa contigo mismo no hacen más que preguntar por qué tanta soledad. La razón es simple, cuando has sentido estar lleno hasta desbordar, y de un dÃa para otro estás vacÃo, te das cuenta de que no cualquier compañÃa puede curarte de ese sentimiento. Esa sensación de falta.
Y asusta, porque de repente no te convence lo que antes sÃ. Asusta verse incompleto y no cederse una tregua ante la barrera tan selectiva que has creado.
Asusta descubrirse a uno mismo esquivando situaciones, personas y momentos.
Asusta lo ruidoso que puede llegar a ser el silencio en tu interior.
Pero lo que más asusta es no saber cómo ni cuándo salir de ese cÃrculo vicioso y complejo que es la soledad.